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lunes, 12 de octubre de 2009

SIEMPRE HAY TIEMPO PARA REIR

Gabriel Vargas Zapata // Un drama llamado humor

"Siempre hay tiempo para reír" es la ultima comedia de Adam Sandler (Click, 2006), donde interpreta a un personaje semibiográfico; aunque en realidad el drama está tan homogéneamente presente en toda la cinta, que la comicidad pierde prioridad y la historia gana relevancia. Un final demasiado prolongado, hace que su duración supere las dos horas, sin que se haya podido evitar la divagación.

Aunque es una historia sencilla, y sus personajes son bastante naturalistas, tiene la desventaja de volverse engorrosa al poco tiempo de iniciar su planteamiento como historia, un reparto numeroso ayuda también a que ese efecto surja con mayor comodidad.

Lo primero que debe destacarse es la actuación de Seth Rogen (Virgen a los 40, 2005), una interpretación que dentro de la sencillez, crea momentos verdaderamente especiales, manejando un delicado nivel de energía, que le permite ahondar en los personajes que le rodean y dentro de sí mismo, con una minuciosidad matemática y equilibrada, tanto que se convierte en el punto de convergencia de la cinta, donde historia y personajes se ven las caras con total sinceridad.

Adam Sandler por su parte, se enfrenta a un reto distinto, suficiente es que no se le vea como pez fuera del agua; el resto de su historia tiende más a perder interés, que a generarlo y/o mantenerlo. El guión por su parte se atribuye casi todo el peso, tan lleno de acciones como de recovecos insufribles, da vueltas a una misma historia demasiadas veces para suponer ser una película de humor. Además, el argumento principal no es nada original, sin embargo pudo tener un mejor futuro.

Lejos del romance, esta cinta se propone más bien narrar los tropiezos que la vida le hace dar a la gente, gente de todos los tipos, de todos los caracteres, gente sencilla, gente compleja, gente que ríe y gente que hace reír; aquí hay una especie de zoom cinematográfico, donde la vida de un comediante se ve empañada con la triste noticia de que tiene una enfermedad terminal. Desde allí todo empieza a torcerse hasta un punto irreversible, un punto en el que de cualquier forma los cambios tampoco serán lo importante.

Lo más importante para un ser humano, es poder ser siempre uno mismo, en cualquier circunstancia, a cualquier edad y en cualquier época. Una tarea tan difícil como necesaria, todo empieza por aprender a reírnos de nosotros mismo, solo al alcanzar este punto, estaremos preparados para enfrentar la vida, con mejor calidad humana.

"Siempre ha tiempo para reír" se estrena el doce de diciembre en Venezuela, promete lo mejor de un drama, y lo peor de una comedia, una mezcla que a pesar de todo, puede resultar entretenida.

Gabrielmovie@gmail.com

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